Crisantemo (Chrysanthemum)

Existen unas 200 especies de crisantemos. Al igual que sucede con el aster, cada variedad de crisantemos tiene su propia temporada de floración. Algunos ejemplares muestran sus capullos a principios de primavera, mientras que otros lucen sus flores bien entrado el otoño. En el caso de los crisantemos que florecen tarde, es importante trasplantarlos ya en primavera para evitar el riesgo de que se estropeen por las heladas en su primer invierno. Las flores amarillas o blancas de los crisantemos se hierven para hacer una bebida dulce en varios lugares del continente asiático. La bebida se conoce como "té de crisantemo". Además, tiene múltiples usos medicinales, uno de ellos como remedio para recuperarse de la gripe..

Aster (Aster)

Se considera una típica flor de otoño. Hay 3 tipos: aster de primavera, de verano y de otoño. La época de floración de la variedad de primavera empieza en mayo y dura hasta el mes de julio, la del aster de verano va de julio a septiembre y la de otoño alcanza su esplendor en agosto (puede llegar a prolongarse hasta octubre).
Todas las variedades de aster necesitan para crecer bien un suelo rico en nutrientes y humus, así como mucho sol. El aire demasiado seco provoca que las hojas se sequen ya hacia finales de verano (eso no afecta a las flores).

Zinia (Zinnia)

Al igual que el clavel del moro, la zinia pertenece a la familia de las asteráceas o compuestas. Esta planta, alcanza diferente altura según la variedad de que se trate: algunas no superan los 15-30 cm mientras que otras llegan a los 60-80.
Las zinias se siembran en vivero durante el mes de abril (basta con poner 2 semillas por maceta). Si desea sembrarlas directamente en su jardín, debe esperar hasta principios de mayo, en un emplazamiento muy soleado. Es muy apreciada en floricultura porque la flor se conserva casi un mes después de ser cortada.

Clavel del moro (Tagetes)

Pertenece a la familia de las compuestas. Hoy en día existe una gran cantidad de cultivos, de colores que van desde el amarillo hasta el naranja o el rojo claro.
En los viveros se suele sembrar a partir de febrero, aunque también puede cultivarse directamente en el exterior algo más tarde, siempre que los brotes se protejan de las heladas. Alcanza una altura de 15 a 20 cm y necesita mucho sol.

Petunia (Petunia hybrida)

Es muy apreciada como flor de temporada por sus flores abundantes y coloridas. El inconveniente de esta planta es que no aguanta las lluvias fuertes. Para que no queden aplastadas durante días tras una tormenta de verano, elija especies híbridas de flor pequeña, que solo alcanzan los 30 cm de altura y son más resistentes.
Las petunias se siembran durante febrero en semilleros. No toleran las heladas y hay que esperar a mayo para trasplantarlas al exterior (en un lugar soleado). Eso sí, crecen mucho. Además, hay una gran variedad de colores.

Caléndula (Calendula officinalis)

En Europa central y meridional crece incluso asilvestrada. Es ornamental y también terapéutica. En algunas especies los pétalos florales y las hojas tiernas son comestibles, y se utilizan para decorar ensaladas y otros platos por su intenso color. Tradicionalmente se recomendaba un emplasto de tallos y hojas para irritaciones, eczemas y pequeñas heridas.  En el jardín llama la atención por sus colores alegres y por el agradable aroma que despide. Si empieza a cultivarla a tiempo en un semillero, podrá disfrutar de sus primeras flores en mayo. Pero también es posible sembrarla en los meses de junio y julio, en cuyo caso obtendrá flores en otoño. Son hierbas de escasa altura y la flor es amarilla o naranja intenso.

Boca de dragón (Antirrhinum majus)

Si crece en su clima natural es perenne. Si crece en climas fríos no aguanta el invierno, por lo que se considera una flor de temporada. En semillero esta especie se siembra entre los meses de febrero y marzo. Los retoños jóvenes aguantan las heladas no muy fuertes, así que a partir de abril se pueden trasplantar al exterior. Siempre se debe colocar en un lugar soleado o semisoleado. La altura de las bocas de dragón oscila entre los 20 y los 80 cm y hay muchas variedades de colores. Una superstición dice que: si portamos una boca de dragón, no seremos engañados.